Somos una Tribu de almas lunáticas, inquietas, amorosas y divertidas, que por mágia cósmica nos enconstramos en esta vida y hemos decidido transitar juntos hacia una vida en comunidad más coherente y consciente.

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La Historia de Mi tribu, como toda buena historia, comenzó sentados a la mesa: durante algún almuerzo, algunos de los comensales, miembros de la Aldeafeliz, conversaban acerca de las constantes manifestaciones de interés y solicitudes de ingreso a su comunidad que recibían y que debían siempre rechazar, dado que no existía más lugar allí para nuevos integrantes.

Y así, bocado tras bocado, se les ocurrió la idea fundante: Convocar a todas esas personas interesadas en ser parte de una Ecoaldea y ayudarles a organizarse para crear una propia, esperando que pudiese instalarse cerca de Aldeafeliz y así poder brindar un asesoramiento cercano y crear sinergias entre las dos comunidades.

Esta iluminación poderosa se transformó, en enero de 2020, en un encuentro en el que personas que no se conocían entre sí pero que resonaban con el propósito, se juntaron en un espacio potente donde surgió la música, la danza, la palabra y el amor. La cita se repitió un mes después. Durante estos encuentros, la energía circuló de forma tan poderosa que al final, había nacido una hermandad. Magia pura que sentó las bases hacia la realización del sueño.

Y para que los sueños se realicen, ¡hay que ponerse las botas y echar a andar hacia ellos!. Así, a pesar de que no todas las personas estaban totalmente decididas a convertirse en ecoaldeanos en ese momento, decidieron empezar a caminar juntas, asumiendo tareas y construyendo los cimientos de un proceso que empezó orgánicamente, creciendo y echando raíces. De esta manera, se crearon el primer núcleo y células de trabajo de lo que sería Mi Tribu, en marzo de 2020.

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Sin embargo, cuando poco a poco se avivaron los ánimos y los indecisos atraídos por la corriente cada vez estaban más resueltos a saltar al agua, ¡llegaron la pandemia y el encierro!.

Ahí se detuvo el contacto físico, pero no el encuentro ni la creación. Entonces, aprovechando la moda de la virtualidad impuesta por Corona, se creó el ciclo de charlas UNE (Una Nueva Ecoaldea), donde personas con larga trayectoria en el universo ecoaldeano, empezaron a transmitir al grupo sus conocimientos y su experiencia. Y lo mejor: al hacerse vía web y abierta al público, muchísima gente pudo acceder, haciendo nacer una nueva apuesta que hoy ya es un ciclo de formación consolidado e impartido periódicamente, así como una red de contactos e intercambios entre soñadores de muchas partes, que trabajan incansables hacia un futuro más humano, más solidario, más inclusivo y sostenible.

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Mientras tanto, el grupo base seguía dando nuevos y firmes pasos. Empezaron a buscarse, visitarse y evaluarse terrenos disponibles, se abrió una nueva convocatoria para vincular a más soñadores en el proceso y se inició un ejercicio de formación en Sociocracia (abril/mayo de 2020), como método de gobernanza elegido para la toma de decisiones en la nueva Ecoaldea, que aún no había sido nombrada, pero que ya lo pedía a gritos.

De este modo, tras un proceso largo de identificación y depuración de nombres y sus sentidos, en agosto de 2020 surge “MI TRIBU” que si bien no fue inicialmente la nominación mejor puntuada, si fue la más sentida por el grupo en lo profundo: la que mejor representaba el anhelo de ser y de pertenecer en comunidad.

Para entonces el terreno de la Flora ya intentaba seducir al grupo, pero se mantenía de lado porque había otro lugar, mejor equipado aunque más pequeño, que generaba predilección. La Flora era vasto, muy poco intervenido, rico en agua y especies vivientes, pero con todo el trabajo por hacer, mientras que el otro lugar contaba con algunas infraestructuras que permitirían asentar la Ecoaldea en un menor plazo. Y sin embargo, por allí no arrojaban sus luces los recovecos del camino: Otros interesados adquirieron este terreno y entonces, MI Tribu empezó a responder al coqueteo de esas 53 hectáreas de vida y exhuberancia, e iniciaron los acercamientos con el dueño.

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Paralelamente, Mi Tribu lanza una nueva convocatoria para vincular nuevos integrantes, porque, como en todo camino que fluye, algunos habían decidido detenerse o seguir por otros senderos. Así es cómo en Septiembre de 2020, tras un proceso de selección, se unen a Mi Tribu un grupo de amigos que entran a participar en la siguiente etapa de formación: el curso de Comunicación No Violenta – CNV (octubre a diciembre 2020). Este espacio de formación le serviría a muchos no solo para ir tejiendo y fortaleciendo lazos con el núcleo creador, sino también para decantar su interés de ser parte y avanzar hacia la toma de la decisión.

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Entre tanto, la negociación de La Flora se afianzó, logrando pactar un precio y unas condiciones de compra que, siendo retadoras, podrían llegar a ser asequibles para Mi Tribu con el esfuerzo y el amor de todas las personas comprometidas. De este modo, tras pactar montos y plazos de pago con el dueño del terreno, se hizo el llamado urgente para la toma de la decisión definitiva.

Así, cerrando el año 2020 y como mejor regalo posible para empezar el nuevo año, 24 familias tomamos la decisión de juntar nuestras vidas en esta apuesta colectiva: nos convertimos en el GRUPO PIONERO, que el 7 de enero de 2021 constituyó la Asociación Mi Tribu y le dio vida jurídica al proceso.

Posteriormente y tras varios meses de negociación, el pasado 06 de abril de 2021 firmamos la promesa de compraventa que nos convertirá en propietarios de La Flora. Con ello estamos dando pasos claves para hacer realidad nuestro propósito: el de SER una comunidad sustentable, autogobernada, incluyente, resiliente, articulada e inspiradora que COMPARTE conocimientos diversos orientados hacia el cuidado, el sostenimiento y la regeneración de la VIDA.

En este punto y antes de seguir ampliando nuestro recorrido, es necesario hacer un reconocimiento especial al papel que nuestros amigos de Aldea Feliz han asumido al ayudarnos a labrar este camino: José Rubio, quien cual padre, sembró la semilla y fue el artífice de la idea fundante. Camila Olarte, Carlos Rojas y él mismo José, que alimentaron y direccionaron el proceso de nacimiento, facilitando los primeros encuentros. Andrés Boavida, quien guió nuestro aprendizaje por el mundo de la Sociocracia. Y nuevamente Carlos Rojas, quien nos ha acompañado en algunos momentos durante el camino, complementándonos con su experiencia y claridad.

Desde aquí, queda mucho camino por delante y nosotros seguiremos recorriéndolo... Pronto tendremos muchos más pasos para compartir.

Mi Tribu es Tu Tribu... Ven y forma parte de la nueva humanidad!

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